La Inteligencia Geoespacial, como disciplina, nos permite tomar decisiones informadas al comprender la realidad de un determinado espacio geográfico. Si bien esto ha sido ampliamente utilizado y aceptado en el sector privado, su incorporación al sector público es de vital importancia, ya que gracias a ello se podría ejercer una política basada en evidencia que garantice la correcta implementación de políticas públicas. Lo anterior, impactando directamente el desarrollo integral de los países, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
En este sentido, la utilización de estas nuevas herramientas y tecnologías, podrían ser una nueva forma de repensar la toma de decisiones gubernamentales, enfatizando el ¿dónde? y de esta manera ejercer acciones positivas en los lugares idóneos, impactando así a la mayor cantidad de personas, priorizando intervenciones en espacios geográficos previamente identificados. Lo que nos llevará a una toma de decisiones no sólo más eficaz, sino focalizada en lo que verdaderamente es necesario.
De esta manera, el uso de la Geointeligencia brindaría a los gobiernos y servidores públicos la capacidad de ejercer política pública dando seguimiento a la dinámica, distribución y evolución de los fenómenos sociales, comparando cómo éstos se han dado en asentamientos específicos, y cuál sería la línea de acción más apropiada para contrarrestarlos.
Para ejemplificar lo anterior, y entender las bonanzas de esta disciplina en el sector público, es necesario recalcar que independientemente del problema social, económico o político al que se enfrenta cualquier gobierno, existe una variable inherente que se repite en todos estos: todo problema tiene lugar en algún espacio geográfico, probablemente en ciertas zonas con mayor recurrencia o intensidad, pero siempre tendrá coordenadas que indicará dónde se está reproduciendo. Por lo que, si se identifica esta variable, y se analiza en conjunto con otros elementos, podremos saber las razones por las cuales el problema se reproduce y de la misma manera cuál es el mejor plan de acción para erradicarlo.
En el continente americano, el uso de esta nueva tecnología está tomando mayor importancia. En países como Estados Unidos de América es especialmente utilizada para programas militares, mientras que en Argentina y Colombia su utilización está predestinada a la correcta implementación de programas agrarios. Por su parte, en los últimos meses distintos gobiernos y organizaciones internacionales, también han ocupado los Sistemas de Información Geográfica, para reportar la incidencia y prevalencia de los casos positivos de coronavirus, y así poder tomar decisiones informadas para la reapertura de actividades económicas, siempre cuidando la seguridad y privacidad de sus ciudadanos.
De conformidad con lo anterior y para ejemplificar el uso de la Inteligencia Geoespacial en el sector público, tomaremos el caso del visor geoespacial de la pobreza desarrollado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en México, en estos tiempos de crisis el cual integra las bases de datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE) de la Secretaría de Salud junto con los indicadores de medición de pobreza en términos multidimensionales aunado a la información geoespacial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para desarrollar un vínculo.
De esta manera, mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica, se logra que el visor localice y obtenga datos relevantes relacionados a la evolución de la pandemia del virus SARS-COV2 y los niveles de pobreza que se existen en el territorio mexicano, con el objetivo de generar políticas públicas y programas de desarrollo social enfocados a resolver las carencias sociales de los grupos más vulnerables.
Esto, tiene especial relevancia debido a los grandes incrementos en los niveles de pobreza, particularmente en la región de América Latina y el Caribe, previstos y actualizados en los últimos meses, consecuencia de las acciones gubernamentales que buscaban la salvaguarda de salud de sus ciudadanos, pero impactando directamente en la economía de muchos hogares y empresas.
En este sentido, es particularmente relevante que todos los gobiernos comienzen a incorporar procesos tecnológicos, como lo es la inteligencia geoespacial, al momento de la elaboración de programas sociales y políticas públicas, ya que como se ha comprobado recientemente, la precisión y manejo de información es de vital importancia para la solución de problemas. Ejemplificando particularmente, su uso para la reapertura de actividades escalonadas, lo que entre otras cosas, permitirá saber la incidencia de la enfermedad en espacios geográficos determinados, con respecto al número de habitantes, actividades económicas de la zona y número de trabajadores, entre otros factores.
Por lo anterior, es dable concluir que la Inteligencia Geoespacial puede influenciar positivamente la toma de decisiones en el servicio público, por lo que es necesario incluir herramientas digitales de este tipo para obtener mejores resultados y así crear un desarrollo inclusivo en donde no se deje a nadie atrás; entendiendo que mediante mejores políticas públicas se apliquen, se beneficiará a una mayor cantidad de personas en los lugares donde realmente se necesita.
“…la Geointeligencia brindaría a los gobiernos y servidores públicos la capacidad de ejercer política pública dando seguimiento a la dinámica, distribución y evolución de los fenómenos sociales, comparando como estos se han dado en asentamientos específicos, y cuál sería la línea de acción más apropiada para contrarrestarlos”.